La fiscal federal Delia L. Smith anunció que Ramona Rivera Luna, de 65 años, oriunda de la República Dominicana, fue sentenciada hoy en un tribunal federal después de declararse culpable previamente de un cargo de transporte de una persona en comercio exterior con fines de prostitución y tres cargos de traer extranjeros ilegales a los Estados Unidos para obtener ganancias financieras. El juez principal del Tribunal de Distrito, Robert A. Molloy, condenó a Rivera Luna a una pena de 87 meses de prisión, seguida de cinco años de libertad supervisada, restitución por la cantidad de $1,095,712.00 y $20,400.00 en una tarifa de evaluación especial obligatoria.
Según documentos judiciales, Rivera Luna arregló el contrabando de extranjeros ilegales que vivían en la República Dominicana y Venezuela a St. Thomas para vivir y trabajar como prostitutas en The Embers Guest House, una casa de prostitución ilegal que ella poseía y operaba. Rivera Luna admitió haber atraído a algunas de estas mujeres para que viajarán a St. Thomas con el falso pretexto de proporcionarles un empleo legítimo como cantineras. Rivera Luna admitió además que se benefició financieramente de este arreglo ya que las mujeres debían reembolsarle el costo de su transporte. Las mujeres también debían pagar el alquiler de Rivera Luna y una parte del dinero que ganaban por realizar actos sexuales comerciales. Al dictar la sentencia, el juez presidente Molloy señaló la angustia mental que Rivera Luna hacía sufrir a sus víctimas.
Este caso fue investigado por Homeland Security Investigations y asistido por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia de Control de Drogas (DEA), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos. La fiscal federal adjunta Meredith Edwards procesó este caso.